♥ ¿Ser mamá es uno de tus sueños?
♥ ¿Estás en tratamiento de fertilidad y no consigues quedarte embarazada?
♥ ¿Te has planteado la posibilidad de continuar con los óvulos de una donante?
♥ ¿Tienes emociones y pensamientos contradictorios al respecto?
Varias mujeres me han preguntado por mi experiencia personal en este tema. Sé que no es fácil plantearse la Ovodonación y que una puede sentir muchas emociones encontradas, intensas, confusas…
Cuando somos jovencitas y nos imaginamos nuestra vida, todo lo solemos imaginar sencillo; formaremos nuestra familia, tendremos nuestros hijos… Luego descubrimos que lo de tener hijos no siempre resulta tan fácil como suponemos que debiera ser. Tal vez sea que nos planteamos la maternidad a una edad más avanzada que nuestras abuelas y madres. La edad es una factor a tener en cuenta ya que a partir de los 35 años, ¡¡nuestros ovarios ya están mayores!! La calidad de los óvulos desciende notablemente y ser mamá comienza a ser un «poquito» más difícil de lo que nos habíamos planteado con anterioridad.
Voy a ser muy clara en esto:
«Que algo sea difícil, no quiere decir que sea Imposible. Si conoces a alquien que lo haya logrado antes que tú, eso quiere decir que TAMBIÉN es POSIBLE para ti»
Para mí fue muy duro plantearme que si quería ser mamá habría de ser mediante un tratamiento de fertilidad. Después, fue un mazazo tremendo descubrir que mis óvulos no servían para nada y que, si quería seguir adelante, habría de ser con la ayuda de una donante.
Eso me supuso muchas dudas, muchas emociones que hasta ese momento nunca había sentido, ¡¡los pensamientos se agolpaban en mi cabeza a mil por hora!!
¿Cuál es el temor?
Se te antoja (al menos a mí me pasó así) como que tu hijo no será realmente tuyo, no tendrá tus genes, no se parecerá a ti, no puedes saber de qué familia viene… Entramos en un mar de dudas, de miedos, un espacio enorme donde la incertidumbre campa a sus anchas.
¿Crees que algo cambiará en tus sentimientos hacia tu hijo dependiendo de si nace de tu óvulos o de los de otra mujer?
Créeme, ¡¡no será así!!
A fin de cuentas, ¿realmente importa de dónde venga tu hijo? El mayor problema creo que está en ser capaces de vencer nuestras resistencias mentales, abandonar viejos conceptos e ideas preconcebidas. Dejar a un lado lo que consideramos «correcto o convencional». Ser capaces de adaptarnos a nuestra propia situación, a nuestras propias necesidades, y asumir los retos con determinación y valentía.
♥ Afortunadamente, nos toca vivir en una época de GRANDES OPORTUNIDADES. ¿Te imaginas a nuestras abuelas en la situación de no poder tener hijos? ¿Qué opciones hubieran podido tener? Si lo miras desde esa perspectuva, ¡¡somos afortunadas!! Porque tenemos opciones, y cuantas más opciones tengamos, mayor será el PODER. Poder para conseguir nuestros sueños.
♥ Afortunadamente contamos con la GENEROSIDAD de otras mujeres para poder cumplir con nuestro sueño de ser mamás, aún cuando la naturaleza nos priva (a priori) de tal honor.
Vale… No tendrá tus ojos, ni tu sonrisa, ni tu pelo, no se parecerá a ti ni llevará tus genes. ¡¡Pero llevará tu sangre!!
¿Qué más llevará tu hijo de ti?
Aparte de la sangre, que será la tuya la que corra por sus venas, la que lo alimente y lo nutra, crecerá y se desarrollará en tu vientre, su corazón latirá junto al tuyo. Escuchará tu voz, tu repiración. Absorberá tus emociones, tus ilusiones, tu amor… Cuando nazca, será tu olor el que reconocerá como el de «su madre», será a ti a quien amará, a quien necesitará, de quien aprenderá, ¡¡Es a ti a quien ha elegido!! ¡¡Es a ti a quien llamará MAMÁ!!
Desde una perspectiva espiritual, vemos que todo ocurre por alguna razón, todo tiene un motivo para ser como es. Otra cosa distinta es que alcancemos a comprender el «por qué» de algo.
Pero por ahora, te invito a que pienses en que tu hijo te ha elegido como su madre. Tal vez no sean tus óvulos, pero existe una razón para que sea así. Algo debemos aprender de cada situación que vivimos. La vida se compone de lecciones, de aprendizajes, de oportunidades de crecimiento, de aceptación, de superación…
¿Qué oportunidades te ofrece la posibilidad de acoger en ti, en tu cuerpo, en tu vida, en tu corazón, a un nuevo ser humano?
Una de las misiones que tienen nuestros hijos respecto a nosotras es la de enseñarnos GRANDES LECCIONES DE AMOR.
¿Cuál es la tuya?
PD: Si te sirve de algo, te cuento que el haber aceptado el tratamiento con una donante, haber experimentado la vida desde una visión más espiritual, el haberme enfrentado a mis temores, a mis inseguridades, a mis prejuicios y conceptos…. Haber abierto las puertas de mi mundo, de mi alma y de mi corazón a la niña que nació de mí, a mi hermosa hija… ¡¡es la MEJOR EXPERIENCIA DE MI VIDA!!
Es un honor para mí tenerla conmigo, haber aprendido tanto junto a ella, por ella, para ella… De donde viniera, ¡¡Créeme!! No es lo importante.
Lo que importa es que has empleado todos los medios a tu alcance, todos los recursos disponibles para salvar la distancia que te separa de tu hijo. NO ES QUE NO SEA TUYO… ES SÓLO QUE ESTÁ UN POQUITO MÁS LEJOS DE LO QUE ESPERABAS. Es sólo que te espera desde un lugar diferente.
Los pactos se ralizan antes de nacer. Si vuestras almas decidieron encarnar juntas, que tú ocuparas el lugar de madre y él el de tu hijo, ¿no crees que pierde importancia el hecho de que sean tus óvulos o los de otra mujer? El espíritu de tu hijo, su alma, su esencia, su SER, ¡¡es el mismo!!
Me despido con esta reflexión:
» Todo Reto lleva consigo el principio de Oportunidad. Son inseparables.
» No hay Dificultad que sea mayor que tu Capacidad para enfrentarla
Existen un sinnúmero de clínicas donde puedes informarte o llevar a cabo tu tratamiento de fertilidad.
Mi tratamiento lo realicé en la Clínica Quirón de Bilbao (España) entre septiembre del 2009 y abril del 2010. Mi hija se quedó conmigo el 28 de abril del 2010 y nació el 1 de enero del 2011.
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¡Estoy deseando conocerte y servirte de mayor apoyo en este momento de tu vida!
Recibe un fuerte abrazo
