Rompiendo el mito de la madre perfecta

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  • ¿Te consideras una madre perfecta?
  • ¿Qué piensas que te falta para serlo?
  • ¿Cuáles crees que son las características de una madre perfecta?

 

Seguro que alguna vez has escuchado de alguien (o a alguien) decir que se ocupa de sus dos, tres o cinco hijos, o aunque sólo sea uno… además lleva su casa, hace la compra, controla todo, hace ejercicio, se cuida, trabaja, mantiene su relación de pareja estupenda, siempre está guapísima, de buen humor, tiene tiempo para las amigas, para relajarse, leer… ¡y lo mejor de todo! es que en todo momento se encuentra en estado “Zen”; nunca se enfada, siempre está con el tono de voz suave, la sonrisa, existiendo en un continuo y permanente “nada me turba, nada me espanta”.

¿A ti esto te parece real, viable y posible? Francamente, no lo es, y aunque alguien se empeñe con todas sus ganas en tratar de venderte el cuento, ¡no lo compres! No es cierto…

Somos personas. El día tiene unas horas determinadas. A lo largo de las horas vivimos distintos momentos que nos mueven por dentro, experimentando distintos estados emocionales. Y llega un punto en el que ya no podemos más. Porque nos cansamos. Porque no somos perfectas. O empleando una mejor definición: No somos Súper Mujeres todo poderosas de efectos especiales en una película de ficción.

Claro que nos gustaría poder con todo, estar siempre estupendas, con hijos maravillosos y siempre obedientes. Con una vida armoniosa, todo en constante orden.

Ahora pongámonos en el supuesto de que, aunque solamente existiera una única mujer en el mundo capaz de todo esto; ¿Piensas que ese discurso viene a significar que es una madre perfecta?

¿Qué piensas que faltaría en todo ese derroche de hacer creer que se es una súper mujer capaz de todo?

Porque ese cuento, ese cliché que nos cuentan sobre la madre perfecta, es sólo eso: una historia de ficción. En caso de ser posible, te aseguro que los grandes perjudicados de tantos poderes, serían sin duda nuestros hijos y ahí ya, dejaríamos ser de madres perfectas.

Sería importante definir según tu propio concepto, ¿qué es para ti SER una Madre Perfecta?

Cuántas veces nos frustramos pensando que tenemos que cumplir unas expectativas que finalmente resultan inalcanzables. Y ya no es que nos las impongan los demás, sino que nos las imponemos nosotras mismas, y asumimos que si no cumplimos un rol de mamá perfecto, siempre responsable, siempre apacible, siempre amorosa, siempre paciente… cuando esto no ocurre, nos ponemos de mal humor, nos infravaloramos y ponemos en duda nuestra valía como madres y como personas capaces de llevar adelante la tarea que se nos ha encomendado.

Veamos…

¿Qué es lo más importante que quieres que tus hijos aprendan de ti?

  • ¿Quieres que aprendan a frustrarse porque no son perfectos?
  • ¿Quieres que se comparen con otras personas y que se infravaloren?
  • ¿Quieres que se impongan a sí mismos unas expectativas imposibles de cumplir?

O por el contrario prefieremadre-e-hija-principals que crezcan aceptándose a sí mismos, contentos de ser quienes son, conscientes de sus capacidades y también de sus limitaciones. Porque no todos valemos para las mismas cosas. No podemos hacerlo todo perfecto. Y eso es estupendo, porque cada uno de nosotros hemos recibido unos dones, unos talentos, unas habilidades, y si no necesitáramos de los demás, tampoco nadie nos necesitaría…

Afortunadamente somos perfectos seres imperfectos, y esto quiere decir que siempre y en todo momento tenemos la oportunidad de mejorar algún aspecto de nosotros mismos, de nuestras actitudes, en nuestras decisiones, en nuestros comportamientos.

Si fuéramos perfectas, ese sería con toda certeza nuestro mayor defecto.

¿Qué es lo que nuestros hijos necesitas más de nosotras?

¡Que seamos normales! que seamos quienes somos, dando en cada momento lo mejor que llevamos dentro.

Mayormente necesitan que los amemos. Lo que más necesitan es AMOR, sentirse amados, respetados, aceptados, saber que ese amor jamás está en peligro, que pase lo que pase el amor está por encima de todo. Que puedes reñirles, correguirles, enfadarte… pero siempre, siempre, el amor queda por fuera, a salvo de todo. Indestructible, eterno… Que es precisamente por ese amor, que tenemos la responsabilidad de velar por ellos, enseñarles las cosas más importantes de la vida; lo que está bien y lo que está mal, los valores, a relacionarse consigo mismos, con los demás y con el mundo, a sentirse seguros, a reconocerse a sí mismos como seres completos y capaces de hacer todo aquello que sueñen.

Los amamos cuando les abrazamos, les besamos, también cuando les tenemos paciencia, cuando nos comunicamos con ellos, cuando les escuchamos y les comprendemos, cuando nos ponemos en su lugar, cuando les damos espacio para que aprendan, para que se equivoquen. Para que se expresen.

Olvídate de pretender ser una Madre Perfecta. Mejor aspira a ser la Madre que tu hijo necesita que seas. La madre a la que él tanto ama. Sé el ejemplo de todo aquello que deseas que él sea y aprenda.

¿Cómo ser la madre que nuestro hijo necesita? ¿Cómo lo aprendemos?

Ellos, tan pequeños… son nuestros más grandes maestros. Ellos son de quien podemos aprender. Para saber qué es exactamente lo que tu hijo necesita de ti, has de conocerle, explorar en su forma de ser, de hacer, de sentir, escucharle, estar atenta a sus habilidades, a sus talentos, a sus emociones, a su forma de ver y entender el mundo. Nadie mejor que tu propio hijo para enseñarte a ser la mejor madre del mundo.

La Madre Perfecta: ¡La que él necesita! Puede que Imperfecta para el mundo, pero perfecta para él

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  • Isabel Pérez Martínez 2 junio, 2016, 11:05

    Totalmente de acuerdo Isabel. Muchas veces nos olvidamos de lo que de verdad importa , vamos ppr la vida como autómatas programados para cumplir con ….lo necesario ? Lo imprescindible ? Lo lo que nos marca la sociedad. Aprovecho para darte las gracias por tu ayuda desinteresada, con un ratito conversando contigo me ayudaste mucho y todo esto sin nada a cambio. Que sepas que te lo agradezco infinito, que no se me olvida y espero algún día contribuir en algo que sea también bueno para ti. Ojalá existieran en el mundo muchas personas como tú. Enhorabuena y un fuerte abrazo !

    Reply
    • Isabel Cortés del Valle 2 junio, 2016, 12:47

      Muchas gracias a ti, Isabel!
      Espero que nuestra pequeña conversaión te diera el impulso que necesitas. 🙂
      Así es, muchas veces pasamos los días tratando de cumplir con expectativas que nos imponemos y en ese cumplimiento nos olvidamos o descuidamos cosas más importantes.
      Pero aquí estamos, trabajando la Consciencia, vivir ell día a día desde el SER, desde el centro…
      Corazón, te mando un beso enorme.
      Siempre a tu disposición

      Reply
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